Lo mejor para garantizar la frescura y calidad es emplear verduras que estén en su mejor época e ir variando a medida que transcurre el año. Las de hoja se echan pronto a perder; lo ideal seria comerlas a las pocas horas de recogerlas o comprarlas, pero esto es privilegio de los huertanos.
A la persona que va a la compra cada día le es más dificil conseguir buenas verduras pot eso rcomendamos un buen verdulero, resulta útil pedirle consejo, él es un experto y está interesado en evitar problemas con los clientes habituales ( el comprador modesto pero constante le conviene más que l persona que lo visita una sola vez.
Como norma general compra lo que más abunda; las verduras abundantes a a precio razonable serán, casi con seguridad, del país y estarán en su mejor época, mientras que las que escasean y tengan precios altos es probable que hayan sido cultivades en invernadero o importadas.
Procure comprar verduras que no son atadas, para poder comprobar su frescura. Lo fundamental es que las hojas sean firmes y tersas y tengan un buen color.
Evite las coles y lechugas de tallos duros y secos, y pase de largo junto a las VERDURAS que aparezcan machacadas o marchitas por las puntas. Resulta ventajoso comprar las verduras completas, con el tallo y las hojas exteriores, que quizás descarte usted luego, pues actúan como emboltorio protector natural y conservan la frescura y humedad interior.
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